Semana XXXII
Lunes
1, 1-7
Amad la justicia los que regís la tierra. Con estas palabras comienza el libro de la Sabiduría. Dos siglos más tarde dirá Jesús: Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia.
Justicia es aquí sinónimo de rectitud moral. De San José, por ejemplo, se nos dirá que era un varón justo. Los que regimos la tierra somos nosotros, los hombres.
Esa rectitud moral que es propia del corazón sincero nos dispone para encontrar a Dios tanto como nos indisponen los razonamientos retorcidos.
La verdadera Sabiduría, nos dirá Jesús, se revela a la gente sencilla porque es un espíritu amigo de los hombres.
El libro que hoy empezamos a leer nos invita a buscar la amistad de esa Sabiduría que es amiga de los hombres y que llena la tierra.
Es un libro muy alegre que puede leerse así: un espíritu amigo de los hombres llena la tierra.
O, mejor, así: Si vuelo hasta el margen de la aurora, allí estás tú; si emigro hasta el confín del mar, allí me alcanzará tu izquierda, me agarrará tu derecha.
Martes
2, 23-3,9
En el Antiguo Testamento hay siete libros que se conocen como didácticos o sapienciales: Job, Salmos y Cantar de los Cantares; Proverbios, Eclesiastés, Sabiduría y Eclesiástico.
El libro de la Sabiduría nos enseña que el mundo, tal como fue creado por Dios, era bueno. Es la misma enseñanza que encontramos en el libro del Génesis: Vio Dios que todo era bueno.
Pero nos revela algo aún más interesante. Nos dice que incluso ahora, cuando en el mundo se han introducido el pecado y la muerte, la vida de los justos está en manos de Dios. Los que tienen hambre y sed de justicia quedarán saciados.
Es un libro alegre como todos los de la Biblia. Nos dice que Dios es más fuerte que la muerte. Y nos habla de una esperanza teologal, de una esperanza que se apoya en Dios y que hace muy fuertes a los pequeños.
Miércoles
6, 1-11
Los pequeños son muy fuertes. A los más humildes se los compadece y perdona.
Somos un pueblo de reyes. El libro de la Sabiduría nos dice: el poder os viene del Señor. Jesús se lo recordó a Pilatos. Cuanto más libres y soberanos y fuertes somos, más humildad necesitamos, y más compasión.
Jueves
7, 22.8,1
Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero. Engendrado, no creado. de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho. Que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación, bajó del cielo y, por obra del Espíritu Santo -aquí nos inclinamos todos mucho y adoramos- se encarnó de María Virgen y se hizo hombre...
Así confesamos nuestra fe en Cristo.
Los niños que escribieron el libro de la Sabiduría, inspirados por Dios, veían de lejos a Cristo y lo llamaban Sabiduría... reflejo de la luz eterna, espejo nítido de la actividad de Dios.
La humana ¿existió alguna vez?
ResponderEliminar¡¡¡Qué lugar tan interesante, cuánto aprendo!!!
Gracias y, un abrazo, D.Javier
Tengo un poco descuidado este sitio que a usted le parece tan interesante. Gracias por animarme a seguir cultivándolo.
ResponderEliminar¡feliz fin de Adviento! Y otro abrazo para usted, si no le importa.
Un hermoso sitio, felicidades :-) Le invito al mío por si le ayuda en su crecimiento espiritual.
ResponderEliminarhttp://frasesdedios.blogspot.com.es/
Feliz tiempo de Cuaresma y un abrazo en la luz de Dios.
Gracias por el comentario y por el enlace a su bonito blog. Las palabras de Lao Tsé son enormes. Como en su blog no se pueden dejar comentarios -creo- le pongo aquí la dirección de mi blog de verdad:
ResponderEliminarhttp://javiervicens.es/
He tardado un año en responder, pero ya sigo su blog. ¡Gracias!
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